Las Ciencias Exactas tuvieron importantes protagonistas mujeres en nuestro medio. Nélida Castría fue una de ellas. Ingeniera civil, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Tucumán, obtuvo su título en 1955. Su dedicación la llevó a ponerse al frente del Instituto de Ingeniería Civil y del Laboratorio de Ensayo de Materiales de la Universidad. Fue por su gestión que en 1989 se abrió el Jardín Materno infantil “El ladrillito”, ante el incremento de docentes y científicas en la Quinta Agronómica, lo que permitió que quienes maternaban no abandonen sus proyectos. Todo aquel trabajo le valió, al final de su carrera, la distinción con el cargo de “profesora emérita”. Hoy el aula mayor del Laboratorio de materiales lleva su nombre. También en el campo de las ingenierías, y mucho antes que la profesora Castría, otra mujer tucumana se había destacado, esta vez, por ser la pionera en su especialidad. Fue Carlota Barber de Salmoiraghi, quien obtuvo, el 14 de agosto de 1928, el diploma de ingeniera industrial. La primera del país que haya obtenido ese título. Había sido discípula de una generación brillante que incluía a José Sortheix, William Cross y Miguel Lillo. Por último, otra importante referente de las Ciencias Exactas fue la física Leonor Colombo de Cudmani, quien dirigió por años el Laboratorio de Física Experimental I y II, donde se formaron futuros investigadores. El reconocido investigador Carlos Kirschbaum dijo que esa pérdida representaba “el fin de una época en la historia local y nacional de la Física y la enseñanza de las ciencias”.
Mujeres de nuestra provincia: Nélida del Valle Castría